La iglesia de San Félix (oficialmente Sant Feliu) en Sabadell, es una de las visitas obligadas para cualquiera que se acerque a la ciudad para hacer un poco de turismo o para cualquiera que tiene la suerte de vivir en la ciudad.
Su construcción empezó en 1403 y en 1420 se terminó el altar mayor. En 1909 un incendio provocó casi la totalidad de la destrucción de la Iglesia de la que solo quedó el ábside. Se inició de nuevo la construcción de la nueva iglesia en 1914 finalizando la fachada que da a la plaza de San Roque en 1942.
Esta iglesia se ubica en el mismo lugar donde en el siglo XV estuvo ubicada en la capilla de San Salvador de Arraona, y durante el siglo XX se derribó esta capilla, para levantar una mayor donde trasladar los altares de la capilla de San Feliú de Araona, que es la actual capilla de San Nicolás.
La iglesia de San Félix o Sant Feliu se ubica en el centro de la ciudad frente a la plaza de San Roque y al lado del ayuntamiento, por lo que es imposible no pasar por delante y entrar a verla.
Su estilo gótico académico, cuenta con una nave central de 11 metros y dos laterales de 4,5 metros.
Lo más original de la iglesia de San Félix es su campanario barroco construido entre 1738 y 1742, acorde con un proyecto del arquitecto Joan Garrido. Es de planta octogonal, con cuatro cuerpos: los tres primeros de piedra y el último de baldosa de terracota, está situado en uno de los ángulos de la fachada y conserva vestigios de la antigua capilla del Roser.
Merece la pena el ascenso de sus 37 metros de altura, para poder contemplar las increíbles vistas de Sabadell, así como la habitación donde hay un reloj modernista, el conjurador, donde se hallan piezas de las excavaciones hechas en las criptas, y el piso de las campanas.