A veces los propietarios de inmuebles no tienen el tiempo ni la formación adecuada, como para poder dedicarse a la administración y la gestión de sus inmuebles, por eso, suelen recurrir a los servicios de un Administrador de Propiedades capacitado para que se encargue de gestionar sus propiedades.
En Apialia Sabadell te explicamos quién es el Administrador de propiedades y cuáles son sus principales responsabilidades.
Un Administrador de Propiedades, es por tanto, un profesional cualificado que se encarga de mantener e incrementar el valor de las propiedades, ayudando a maximizar la rentabilidad de las inversiones y reduciendo al mínimo cualquier riesgo o gasto innecesario para el buen funcionamiento de los inmuebles.
Dentro de las principales responsabilidades de las que se encarga un Administrador de Propiedades podemos encontrar:
Búsqueda de los inquilinos
El Administrador de propiedades se encargará de buscar inquilinos a través de la publicación de todas las propiedades que haya disponibles, además de encargarse de ayudar a fijar el precio del alquiler y realizará un estudio de solvencia de los futuros arrendatarios para conseguir inquilinos de calidad, asimismo, redactará y preparará la firma del contrato de arrendamiento.
Una vez que se ha terminado la duración del contrato de alquiler, el Administrador de Propiedades gestionará el vencimiento del contrato y supervisará que el inmueble se ha quedado en perfectas condiciones.
Gestión de cobros
El Administrador de propiedades se encargará de gestionar el cobro de los alquileres de los inquilinos, así como tramitar todos los pagos referentes a las propiedades, como hipotecas o impuestos.
Mantenimiento de las propiedades
El Administrador de propiedades se encargará de contratar todos los servicios de mantenimiento adecuados para el cuidado de los inmuebles y revisará el trabajo de todos los proveedores para que los inmuebles se mantengan en buen estado.
En definitiva, un Administrador de Propiedades puede ser la mejor forma de ahorrar dinero y molestias a los propietarios, ya que no solo ayuda a mantener el buen funcionamiento de los inmuebles sino que ayuda a incrementar la rentabilidad las propiedades.