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CONSEJOS PARA EL HOGAR

Cómo saber si es mejor una hipoteca fija o una variable

La mayoría de las personas que se deciden a comprar un inmueble, tienen que solicitar un préstamo hipotecario, y ahí es donde surge la duda sobre si es mejor una hipoteca fija o una variable, sobre todo ahora que las hipotecas cuentan con intereses muy reducidos en las dos modalidades.

En Apialia Sabadell te explicamos en qué consiste una hipoteca fija y una variable para que puedas decidir cuál es la que mejor se adapta a tus necesidades.

En realidad, la elección entre hipoteca fija o variable depende del perfil del solicitante y de si somos más o menos arriesgados.

Hace unos años, la modalidad estrella eran las hipotecas variables, ya que las hipotecas fijas tenían unas condiciones mucho peores, sin embargo, ahora al no haber tanta diferencia resulta más complicado elegir entre una y otra.

Estos son los aspectos más relevantes para decidirnos por una hipoteca fija o una variable:

Plazo de la hipoteca

Dependiendo del tiempo establecido para devolver la hipoteca, resultará más recomendable una u otra, ya que por ejemplo, si se devuelve el préstamo hipotecario entre unos 10 o unos 15 años, la hipoteca variable resulta más recomendable, ya que el Euribor se va a mantener con un interés bajo durante los próximos cinco años y por lo tanto, las cuotas serán más bajas.

Si la idea es devolver el préstamo hipotecario en 20 años o más, en este caso va a depender de la tolerancia al riesgo, es decir, de que prefiramos unas cuotas bajas al principio, pagando menos a corto plazo con la hipoteca variable o si preferimos una hipoteca fija para pagar lo mismo durante todos los años que duele el préstamo hipotecario.

Capacidad económica

Si no vamos a ser capaces de poder pagar la cuota mensual, en el caso de que el Euribor cotice al alza en un futuro, lo más recomendable es elegir la hipoteca fija.

Por otro lado, si no tienes ingresos muy altos, lo mejor es decidirse por una hipoteca variable ya que tienen un interés menor.

Las hipotecas fijas ofrecen cuotas que no cambian, con productos menos arriesgados y unas condiciones muy atractivas, por su parte, las variables son más baratas a corto plazo, se devuelven en más tiempo y suelen tener menos comisiones.

Analizando todo esto, así como nuestras necesidades particulares, podremos elegir entre una u otra.

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