La nueva Ley Hipotecaria que entró en vigor el 16 de junio del año pasado, tenía como principal objetivo proteger a los consumidores frente a la falta de transparencia por parte de las entidades bancarias. Entre las novedades que incluye la ley están:
- Nuevo reparto de los gastos de la hipoteca..
- La prohibición de los productos vinculados
- La reducción de las comisiones por cancelación anticipada ya sea parcial o total.
- Que las entidades bancarias no cobrarán comisiones por el cambio de una hipoteca variable a una fija.
El pasado 17 de marzo de 2020, se anunciaron las medidas económicas para paliar la crisis del coronavirus entre ellas la moratoria en el pago de las hipotecas para todos los trabajadores que hubieran sido afectados por esta crisis reduciendo sus ingresos o yendo al paro como consecuencia de la situación de emergencia.
Ahora en pleno proceso de desescalada, se observa que el Euribor ha empezado a subir y a pesar de que se sigue manteniendo en negativo, la tendencia al alza es más que evidente, alcanzando el -0,108% en el pasado mes de abril.
En general, los expertos no solo analizan la evolución del Euribor, sino la previsión de una ralentización del sector inmobiliario que ya venía siendo moderada desde el 2019 y que tras la pandemia, provocó la caída de las operaciones de compraventa hasta un 31% en el comienzo del confinamiento, algo que afectará sin duda al mercado hipotecario.
En principio las entidades bancarias no están cambiando mucho las condiciones de las ofertas que había antes de la pandemia, de hecho, incluso están intentando mejorar las condiciones de esas hipotecas para poder atraer nuevos clientes, sin embargo, sí que se presta más atención análisis de riesgo el solicitante y están endureciendo las condiciones para conceder nuevas hipotecas.
Como por ejemplo, considerar el tipo de perfil de la empresa en la que se trabaja, para saber si esa empresa tiene futuro después de la crisis, en cuyo caso hay más posibilidades de conseguir el préstamo hipotecario.
